«Plants and zombies: Garder Warfare»: frenetismo sin control

El juego propone un modo cooperativo de defensa de torres con un gran dinamismo y con claras dosis de diversión

El desembarco de este popular juego móvil en las consolas de sobremesa ofrece un sistema cooperativo con nueve modos multijugador con la tónica de defensa de torres. El jugador debe elegir una de las cuatro especies de plantas, como lanzaguisantes, girasol o lanzabayas, cada cual con sus habilidades distintas. Hay tipos de guisantes más efectivos que otros, explosivos que eliminan de un plumazo a los enemigos -cuya munición se agota en nada, eso sí-, cañones tóxicos.
Las plantas y los zombies tienen cada uno cuatro clases de personajes y seis variantes diferentes Hay uno especialmente llamativo, como el Doctor tóxico, que lanza materiales peligrosos, o el Zombie Científico, cuya arma radioactiva provoca un intenso daño en escasos segundos, con lo que hay que estar bien atento a nuestras espaldas.

El reto es enfrentarse a las hordas de zombies que quieren comerse a la planta principal, que debemos defender. No es un juego de tableros como sucede en su versión móvil en donde hay que colocar las plantas para defenderse de los ataques. Estos cambian por un entorno tridimensional en donde el jugador controla en una perspectiva en tercera persona una de estas plantas, capaz de sembrar otras en algunas esquinas y armada con un gran arsenal. El ritmo de juego es frenético, sobre todo, ante la inminente embestida del jefe zombie, más difícil claro de eliminar que el resto de secuaces.

Pero cabe recordar que el juego está pensado para jugarlo online. Hay que decirlo, porque la versión para PlayStation 4, que acaba de llegar a las tiendas a final de agosto, se requiere de una cuenta para PlayStation Plus para poder acceder a los contenidos multijugador, aunque es posible jugar en solitario creando una partida o con doble mando en pantalla partida.

Aunque los gráficos no son su mejor baza, ofrece unos entornos lleno de contrastes, bien equilibrado y capaz de generar momentos de gran intensidad y diversión, muy alejada de las historias de las potentes sagas bélicas. Aquí hay humor, cooperación, munición por doquier. La mayor fortaleza de este juego de corte gracioso y descarado es su gran variedad, desde opciones de personalización y mejoras en los mapas y los diferentes modos de juego, que intentan no aburrir a los jugadores. Van desde «Derrotar a equipos», «Jardines y cementerios», «Bomba gnomo», «Derrota confirmada» o «Felpudo», cada cual con sus estrategias y estilos singulares.

El sistema de progreso es algo diferente de los tradicionales «shooter» de acción bélica. En lugar de subir de nivel en función de los puntos obtenidos, se ponen en marcha una serie de desafíos que hay que completar, lo que propone unas partidas más flexibles.

Fuente: abc.es


Publicado

en

por