Los robots también sentirán dolor

Investigadores alemanes están desarrollando y experimentando un sistema nervioso artificial para robots con el objetivo de que éstos sientan y padezcan como los humanos. Este grupo de científicos de la Universidad de Leibniz en Hannover defienden esta investigación desde las posibilidades y ventajas que esto puede suponer para los humanos. Si los robots aprenden a prevenir el dolor, también podrían prevenir posibles accidentes suyos (e incluso humanos).

Bajo el principio de que el miedo es un instinto de protección que nos asegura la vida, un  robot puede aprender este instinto primario dotándolo de formas con las que poder ‘sentir’ y relacionar situaciones que pongan en riesgo su maquinaria. Según Haddadin y Kuehn, científicos que forman parte de la investigación, “un robot debe ser capaz de detectar y clasificar los estados físicos imprevistos y perturbaciones, evaluar los posibles daños que les puedan causar, y poner en marcha medidas de prevención adecuadas“.

En el siguiente vídeo se muestra parte del experimento con un brazo robótico para medir la temperatura y el dolor severo con el sensor BioTac publicado por IEEE Spectrum.

Posible utilidad en el trabajo con robots

La posibilidad de dotar a los robots de una especie de Sistema Nervioso Central podría ser interesante para estudiar la seguridad en el trabajo y como prevención de posibles accidentes humanos y robóticos. Esta es una de las posibilidades que barajan los investigadores. A medida que el robot empieza a ‘identificarse’ más con el modo humano también sabrá evitar los peligros y, por lo tanto, se necesitarán menos reparaciones en fábricas.

Foto investigación Universidad Leibniz de Hannover

En una carta publicada en el diario IEEE Explore, los investigadores hablan de la creación de un Sistema Nervioso Artificial del Robot (SRNA) que se basa en relacionar los movimientos físicos del humanoide con una sensación detectada por el sensor BioTac. Si el dolor es una forma de protegernos a nosotros mismos, este grupo de trabajo se pregunta:¿Por qué no dotar a un robot de esta posibilidad? Este experimento, tan fantástico como triste, nos deja muchos planteamientos en el aire sobre el futuro robótico que nos espera y la Inteligencia Artificial.

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Fuente: mediatrends.es


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