La idea surgió de un grupo de aerolíneas que solicitaron a Boeing que crearan algo novedoso para que los pasajeros volvieran a tener ese factor sorpresa que antes existía a la hora de volar y que, según ellos, ahora ha desaparecido.
De este modo, el proyecto consiste en dotar a las cabinas de los aviones con un sistema de pantallas y proyectores con tecnología 3D, con el fin de crear un verdadero espectáculo visual, que haga nuestros viajes mucho más placenteros.
Personalización de las proyecciones
Hasta ahora, la única personalización de los aviones era su aspecto exterior. ‘Cabin Lightning Innovation’ permite una autentica opción de personalización en los aviones, ya que las imágenes y el contenido a proyectar en los techos, paredes y cabeceras será una decisión de cada aerolínea.
De este forma, una aerolínea podrá escoger, por ejemplo, imágenes de naturaleza o cielos estrellados (para ayudar a los pasajeros a dormir por la noche), mientras otra puede optar por publicidad o información de utilidad para los pasajeros, entre otras muchas opciones.
Y eso no es todo: la ventaja de este sistema es que se puede adaptar a cualquier categoría del vuelo. Así, por ejemplo, la clase turista puede ver las proyecciones en el techo, mientras que la primera clase puede ver las proyecciones en las paredes o en pantallas individuales, donde, incluso, puede optar por instalar cascos de VR.
Boeing asegura que este proyecto innovador podría estar disponible en tan sólo un par de años.
Hacia el avión del futuro
Y es que todas la compañía aéreas están trabajando en cómo será el avión del futuro. En este sentido, la compañía británica Airport Parking & Hotels ha presentado un proyecto sobre cómo serán los aviones del futuro.
Inspirándose en diversos conceptos futuristas de la NASA, Boeing y Airbus, este avión ultraligero tendrá capacidad para transportar a más pasajeros, pero contaminando mucho menos. Según el informe que han presentado, contaría con seis propulsores alimentados por biocombustible, que reduciría muy notablemente las emisiones de dióxido de carbono.
Asimismo, se habla de una capacidad de un millar de pasajeros, que tendrán mucho más espacio para estirar las piernas que en los aviones actuales, pero que no contarán con asistentes de vuelo, sino que dispondrán de diversos bares a bordo en los que podrán pedir sus consumisiones.
Ese aumento de espacio, tiene una contrapartida. Y es que las ventanas casi desaparecen y , en su lugar, se proyectarían imágenes de lo que pasa fuera, directamente en las paredes del avión; una fórmula que acabamos de ver en los planes a corto plazo de Boeing.
Fuente: mediatrends.es
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