La diversidad y la igualdad son hoy más que nunca un problema en las empresas tecnológicas

Este Día Internacional de la Mujer es siempre especial, pero hoy además sirve como marco para la que se ha convertido en la primera huelga feminista de 24 horas en la historia de España.

La brecha salarial y ese ‘techo de cristal’ que dificulta su acceso a puestos de poder son dos de las grandes bases de una protesta que afecta a todo tipo de ámbitos sociales y profesionales, y que por supuesto tiene su extensión en el segmento de la tecnología. Si había un buen momento para hacer un repaso de cómo están las cosas entre las tecnológicas, es este.

La diversidad y la igualdad, a examen

En los últimos años ha habido un impulso importante de las políticas de diversidad entre las grandes de la tecnología en Estados Unidos. Todas ellas suelen publicar informes en los que resumen la evolución en este ámbito y la situación actual, y deben completar el documento EEO-1 (Equal Employment Opportunity) cada año ante el DoL (Department of Labor) del país.

Diversity

Apple es una de las empresas que prefiere presentar los datos de una forma distinta, ya que sus responsables argumentan que «el EEO-1 (aquí el de Apple para 2014) no está al día con los cambios en la industria y en las plantillas de trabajo en América en la pasada mitad de siglo. Creemos que la información que mostramos en este sitio web es un reflejo mucho más preciso de nuestros progresos en materia de diversidad».

La mecánica es la misma en todos los casos: Apple, Microsoft, Facebook, Intel, Google, Uber o Amazon son algunas de las empresas que tienen un apartado especial en sus sitios web dedicados a ofrecer las cifras en materia de diversidad.

En esos informes se ofrecen datos sobre el porcentaje de hombres y mujeres en sus plantillas, además de dar datos específicos sobre puestos técnicos y no técnicos y las razas de esos empleados, y en muchos casos se ofrecen además esos mismos datos para otros años.

Diversidad en empresas tecnológicas
Infogram

Otro de los apartados en los que inciden, eso sí, por encima, es en el de las políticas de remuneración. La equiparación de salarios es algo con lo que todas estas empresas confiesan su compromiso absoluto en todos los países en los que operan.

En Microsoft indican que hombres y mujeres tienen exactamente el mismo salario «para el mismo trabajo y nivel», mientras que las minorías raciales y éticas reciben una cantidad ligeramente superior, y por ejemplo por cada dólar que gana un empleado caucásico, un empleado asiático gana 1,006 dólares.

Fuente: Glassdoor

Algunas de estas empresas no ofrecen tal información, y en el caso de Facebook la propuesta de presentar un informe que muestre las condiciones económicas de sus empleados fue vetado por parte de los inversores y de su consejo de dirección, que argumentaban que sus políticas ya llevan años ajustándose a esas prácticas. Un estudio de 2016 de Glassdoor negaba tales afirmaciones.

Otras admiten que hay algunas diferencias, aunque sean mínimas: Amazon revela en sus datos sobre diversidad que tras una evaluación de sus políticas en 2016 se concluyó con el dato de que una mujer (y una persona perteneciente a las minorías étnicas) gana 99,7 centavos por cada dólar ganado por un hombre en el mismo puesto.

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La empresa fue una de las firmantes de una petición a la Casa Blanca bajo el mandato de Barack Obama para defender estas prácticas tras revelarse que de media en EE.UU. en 2014 una mujer ganaba 78 centavos por cada dólar ganado por un hombre. Google, por su parte, no da datos específicos, aunque sí ofrece una guía para ayudar a departamentos de recursos humanos a analizar la situación y corregir problemas.

Google, en el punto de mira

Aunque todas las grandes de la tecnología están siendo muy vigiladas en este ámbito, hay casos destacables. Uno de ellos es el de Google, donde por ejemplo al hablar de condiciones salariales aseguran que no hay diferencias en la remuneración de hombres y mujeres. «Google realiza rigurosos análisis anuales para que nuestras prácticas remunerativas se mantengan alineadas con nuestro compromiso para las prácticas relativas a la igualdad de sueldos».

Fuente: Google

El Departamento de Trabajo (DoL) de Estados Unidos no está de acuerdo con esa afirmación, y en julio de 2017 un juez ordenó a Google a revelar el historial de salarios de la empresa en 2014 así como datos de contactos de miles de empleados para poder entrevistarles.

Los datos de una investigación preliminar revelan una discriminación de género «extrema» en los sueldos de los empleados de Google, y en ese estudio revelaban evidencias de «disparidades sistémicas en sus compensaciones».

A esa investigación se le sumó el célebre manifiesto de James Damore —capturas de pantalla incluidas— contra su política de diversidad. El empleado fue rápidamente despedido por «perpetuar estereotipos de género», lo que provocó la demanda de Damore a Google por intentar silenciar sus quejas. Como comentaron entonces nuestros compañeros de Magnet, Damore tenía razón, pero no por las razones que él creía.

La empresa de Mountain View ha seguido teniendo problemas en este sentido, pero es tan solo uno de los muchos ejemplos que Silicon Valley ha dado al resto del mundo en cuanto a discriminación y políticas sexistas en todos los ámbitos.

El acoso sexual como lacra de esta industria (y de otras muchas)

Los casos de acoso sexual han invadido también al sector tecnológico. En Tesla una de sus empleadas llamada AJ Vandermeyden, parte del equipo de ingeniería, fue despedida tras dar varias quejas por acoso sexual y por recibir un salario inferior al de compañeros en el mismo puesto.

Sexual

Lo mismo ocurrió en Uber —una empresa sacudida por el escándalo el año pasado—, donde a principios de 2017 se produjo el despido de más de 20 empleados tras la investigación de 215 quejas que se habían producido por acoso sexual en la empresa.

Las prácticas discriminatorias por género (y también por raza) en cuanto a salarios y contratación han afectado a otras como Palantir, Oracle, Twitter, o Apple.

Eleph

Ninguna se libra de un estigma universal que se confirmó con iniaciativas como ‘Elephant in the Valley‘. Este proyecto realizó entrevistas y encuestas a más de 200 mujeres con más de 10 años de experiencia profesional, de las cuales el 91% estaba centrado en Silicon Valley.

Las conclusiones del estudio eran contundentes: el 60% de las entrevistadas informaron de acoso sexual. El proyecto estuvo inspirado por el caso de Ellen Pao, ex-CEO de Reddit y uno de los casos que detonaron por fin el debate sobre diversidad e igualdad en empresas tecnológicas. Uno de los abogados que representó tanto a Pao como a Vandermeyden dejaba clara su opinión: en estas empresas «tienes una cultura que es más la de una fraternidad que la de un entorno de trabajo… a veces eso acaba siendo un desastre».

Fuente: Xataka


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